Cómo ahorrar energía en la factura de luz durante el otoño es una preocupación común cuando llega esta estación. Los días se acortan, las temperaturas comienzan a bajar y el uso de luz artificial y calefacción empieza a notarse en el consumo energético.
Durante este periodo es normal tener dudas: ¿ya es momento de encender la calefacción?, ¿cuándo conviene ventilar la casa? Para ayudarte a resolver estas preguntas y reducir tu consumo energético, aquí te compartimos los mejores trucos para ahorrar en otoño
Aunque se van reduciendo los días y cada vez son más cortos, el atardecer es verdad que llega antes, pero así conseguiremos aprovechar más la luz por la mañana.
En estos momentos del día es cuando tienes que abrir bien todas las persianas, cortinas y estores para que entre la luz.
Los rayos del sol que entren durante el día ayudarán a calentar tu hogar de forma natural y así no tendrás que encender la calefacción nada más te levantas. De la misma forma, para que no se escape el gato, lo mejor es cerrar todo cuando ha anochecido.
Otoño es una estación en la que el clima está constantemente cambiando, durante las horas medias del día hace bastante calor y por las mañanas o al anochecer la temperatura baja y refresca.
Seguro que la primera opción que te viene a la mente es encender la calefacción, no lo hagas. Desde que enciendes la calefacción hasta que esta alcanza la temperatura deseada, puede pasar un tiempo, y en cuanto pasen unas horas tendrás demasiado calor.
Lo mejor es que en este tiempo, en cuanto sientas algo de frío, simplemente cojas una chaqueta o algo similar y te la pongas para pasar esos cortos periodos. Esta forma de calentarte es más cómoda, rentable y además ideal para una tarde o noche de Netflix.
Durante el verano hace tanto sol que prácticamente no encendemos las luces de nuestra casa hasta las tantas, pero en invierno esto cambia por completo. Por ello, lo mejor es que durante el otoño compruebes todas las bombillas de tu casa y cambies por modelos LED las que no lo sean.
Otro consejo que te ayudará a prevenir gastos mayores es hacer una revisión completa de los sistemas de calefacción de casa. Purga los radiadores, por ejemplo, revisa y, si es necesario, cambia los filtros del sistema de calefacción, especialmente si usas bomba de calor o caldera con conductos y haz todo lo que puedas para garantizar un buen funcionamiento.
En caso de no hacerlo, la calefacción tendrá que esforzarse el doble para conseguir los mismos resultados y por tanto, consumirá más energía para lo mismo.
Por ello, lo mejor es que o mandes a un técnico o tú mismo hagas una comprobación de los sistemas de calefacción. Si hay una gran acumulación de la suciedad, esto significa que perderás una gran parte de la energía.
El otoño es la mejor época para realizar esta inspección porque no necesitas encender la calefacción y así la dejarás a punto para los próximos y fríos meses.
Comprueba también que el termostato funciona bien y está calibrado. De no ser así, podría medir mal la temperatura del ambiente y saltar cuando no le corresponde.
Una vez hecho esto, te volvemos a recordar que lo mejor es que no toques la calefacción durante la noche o tramos que haga un poco más de “frío” de la cuenta. Lo único que consigues si pones la temperatura del termostato alta es que arranque cuando no debe.
Imagínate que cuando te despiertas la enciendes porque hay 15 grados en la calle, y con la calefacción llegas a los 22 grados dentro de casa. Después, durante todo el día le dará el sol y llegará a los 27 o 30 grados, por lo que después tendrás demasiado calor en casa.
Las temperaturas en otoño suelen variar de un día para otro, lo más sencillo es ajustar las horas a las que quieres que se encienda (si es extremadamente necesario) para que solo salte en “x” momentos del día cuando baje de esa temperatura.
El otoño, además de traer bajadas de temperatura, también trae lluvias. Si juntamos las dos cosas tenemos ropa mojada tendida que no se seca por el frío. Por ello, tener una secadora en casa puede ser muy útil, pero también caro.
Las secadoras son uno de los electrodomésticos que consumen más energía y que no siempre es necesario tener encendido o conectado en casa.
Mira el tiempo en tu móvil o en la web que quieras y aprovecha para hacer la colada esos días que no llueva y, como mucho usa el programa corto. Si tienes una secadora con bomba de calor, priorízala frente a modelos antiguos por su eficiencia.
Siempre se habla de la limpieza general o “a fondo” de la casa cuando se cambia de estación. Se cambia la ropa, guarda lo de verano, sacas las mantas y mil cosas más.
Saca todo lo de invierno (incluido el pijama largo) y retrasa lo máximo posible el poner la calefacción en casa. Muchas veces no somos conscientes de que con una prenda de ropa más ya se está bien y no hace falta encender la calefacción en toda la casa.
Además de limpiar la casa, también te aconsejamos que hagas revisión, limpieza y renovación de aquellos electrodomésticos que ya no funcionan tan bien para cambiarlos por otros que consuman menos.
Así que ya sabes, el otoño no es simplemente una temporada de cambio para los árboles, también lo puede ser para ti adquiriendo nuevos hábitos y reduciendo tu consumo energético. Aumenta tu ahorro con más consejos como este de la mano de Yoigo LUZ y GAS.
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