La discriminación horaria es un tipo de tarifa eléctrica que establece tres horarios de tarificación en los que se ofrece un precio más bajo del kilovatio por hora durante la noche, los días festivos y el fin de semana. La discriminación horaria también es conocida como tarifa nocturna.
Esta tarifa, al uso, ha dejado de existir ya que el cambio de tarificación a la tarifa de luz 2.0TD ha sido generalizado a todos los usuarios, estableciendo la discriminación horaria obligatoria a todos los usuarios.
Este tipo de tarifa se puede contratar tanto en el mercado libre como en el mercado regulado. En el primer caso la variedad es más amplia, pero los precios están fijados por cada compañía. La tarificación horaria también afecta a la potencia contratada, aunque existe la opción de mantener la misma potencia durante los tres horarios o variar el abastecimiento de kilovatios hora en cada uno de ellos. Esta decisión depende del consumidor.
Las tarifas sujetas a la discriminación horaria dividen los periodos de tarificación en diferentes franjas. Cada uno de estos periodos cambia en función de la hora del día y dividen la jornada en hora punta, hora llano y hora valle.
Estos tres periodos marcan los horarios de la discriminación horaria. La hora punta en la que el precio del kilovatio hora es el más elevado se sitúa entre las 10:00 y las 14:00 y entre las 18:00 y las 22:00. La hora llano en la que el precio del kilovatio se establece en un punto intermedio se divide en tres franjas, la primera de ellas transcurre entre las 08:00 y las 10:00, la segunda entre las 14:00 y las 18:00 y la tercera entre las 22:00 y las 00:00. Finalmente se encuentra la hora valle que abarca un abanico de ocho horas que comienza a las 00:00 y finaliza a las 08:00. En el tramo el precio del kilovatio es el más bajo.
Estos tres horarios se aplican en el territorio peninsular, en las Islas Canarias y en Baleares, pero experimentan pequeñas variaciones en los municipios de Ceuta y Melilla. En estas ciudades autónomas la hora punta se sitúa entre las 11:00 y las 15:00 y las 19:00 y las 23:00, el tramo llano entre las 08:00 y las 11:00, las 15:00 y las 19:00 y las 23:00 y las 00:00 y la hora valle se establece entre las 00:00 y las 08:00 al igual que ocurre en el resto del territorio nacional.
La discriminación horaria del fin de semana mantiene los mismos precios del kilovatio durante las 24 horas de los sábados y domingos que quedan catalogadas como horas valle. Este factor hace que durante estos dos días los precios sean más bajos y el consumidor que busca un ahorro no tiene que estar pendiente de la hora a la que activa ciertos electrodomésticos. Además, las 24 horas de los festivos nacionales también se consideran horas valle.
Las tarifas con discriminación horaria se dividen en tres tramos que en la factura aparecen representados como P1, P2 y P3. El primero de ellos corresponde a las horas punta que son las que tienen un coste más alto, el segundo a las horas llano que presentan precios intermedios y el tercero a las horas valle que son las más económicas.
El consumo que se efectúe en estos tramos horarios repercute directamente en la factura, ya que cada uno de ellos tiene una tarifa propia. Aunque también hay otro factor que influye en las tarifas y es la potencia. En este caso aparece denominada como P1 para las horas más caras y P2 para las horas valle.
Los precios del kWh que establecen las compañías son muy similares, aun así, marcan las tarifas disponibles que hay en el mercado. En estos momentos las grandes compañías establecen precios que oscilan entre los 0,2219€ y los 0,1855€ para el kWh en hora punta, entre 0,1489€ y 0,1164€ por kWh en las horas llano y entre 0,1299€ y 0,0823€ para los kWh de las horas valle.
Siguiendo esta línea también hay que tener en cuenta que en el establecimiento de estos precios influyen algunos factores, entre ellos se encuentran el coste de los combustibles, la demanda de energía, las regulaciones de los gobiernos o la producción de energías renovables.
En lo que respecta a la factura del consumidor, se ve influida por los impuestos adosados a la misma, por la potencia contratada, por el consumo de energía o por el alquiler del contador. Además, el mercado ofrece otras opciones distintas a la discriminación horaria y cualquier autónomo o empresario puede contratar una tarifa fija de luz en la que paga el mismo precio en cualquier momento del día.
Cualquier consumidor puede comprobar si tiene una tarifa de discriminación horaria de una forma rápida y sencilla. Una opción es revisar la factura eléctrica, en ese documento aparece especificada la modalidad de tarifa que se ha contratado. Otra posibilidad se basa en consultar el contrato firmado con la compañía, ahí aparecen todos los detalles relacionados con los servicios contratados.
También es posible acceder de forma online al panel de usuario que tenga habilitada la compañía y en el que se pueden consultar las “Tarifas” y “contratos”. Tampoco hay que olvidar que a esta sección se accede introduciendo un nombre de usuario y una contraseña. Finalmente, se puede contactar de forma directa con la compañía y consultar si se tiene contratada una tarifa de discriminación horaria.