Monofásico es el nombre que recibe aquel sistema de producción, distribución y consumo de energía eléctrica que está formado por una única corriente o fase alterna. Este factor provoca que todo el voltaje varíe de la misma forma. Generalmente el sistema monofásico se usa cuando hay que aportar una carga para una instalación de calefacción o de iluminación. También se suele emplear en motores eléctricos de pequeño tamaño.
Además, del tipo de sistema de producción, distribución y consumo de electricidad, toda instalación eléctrica necesita un contador que es el elemento que actúa como centro de control de todos los electrodomésticos que se conectan a la instalación a través del enchufe. Cuando el sistema eléctrico es monofásico todos los electrodomésticos están sustentados en una sola fase y si se da el caso de que se supera la potencia y se produce un corte cae toda la red. En este caso el contador monofásico controla el consumo de estas instalaciones que están formadas por una única corriente alterna.
Otro elemento destacado de estas instalaciones es el transformador monofásico que es un dispositivo eléctrico creado para transportar una corriente alterna de un circuito eléctrico a otro. Además, el transformador monofásico puede estar diseñado para subir o bajar las tensiones.
Uno de los grandes artefactos electrónicos que se pueden encontrar en bloques de viviendas, en edificios de oficinas o en zonas residenciales es el elevador monofásico, también conocido como ascensor. Este tipo de elevadores son los más habituales y suelen necesitar una energía de regeneración de 5,0 Kw.
El elevador monofásico también está presente en locales comerciales como los talleres mecánicos, en estos casos se utilizan para elevar el vehículo para hacer las reparaciones correspondientes, aunque su tamaño y la energía que necesitan es mucho menor que la de un ascensor. Este tipo de elevadores monofásicos también se emplean para transportar muebles de mudanza.
La corriente monofásica tiene una serie de características que se dejan ver en los propios sistemas monofásicos que se usan en hogares y en negocios de pequeño tamaño.
El primer rasgo es que recurre al uso de tres cables. Uno de ellos es el de fase que traslada la electricidad del suministro y es de color marrón o negro. Otro es el neutro que cierra el circuito y por el que vuelve la electricidad. Su color es azul.
Finalmente, queda la toma tierra que deriva a la electricidad en el caso de que haya una fuga. Está diseñado para proteger a las personas del riesgo que supone el uso de la propia electricidad. Se distingue por tener colores verdes y amarillos.
Otras características de la corriente monofásica es que su potencia es baja y es sensible a la alta demanda. Este factor puede afectar a su estabilidad. También aporta las prestaciones necesarias para el consumo doméstico o de pequeñas empresas en las que las tarifas fijas de luz para autónomos son muy interesantes debido a la relación precio y abastecimiento.
La principal diferencia entre monofásico y bifásico se deduce de los nombres de ambas conexiones. En el caso de las bifásicas, el suministro eléctrico llega a través de dos fases de voltaje. Mientras que en una conexión monofásica hay un solo conductor que es el que aporta energía a la vivienda. También destaca el hecho de que las conexiones bifásicas son más estables que las monofásicas y pueden soportar equipos de mayor consumo.
La corriente monofásica destaca por tener un uso cotidiano. Generalmente, está presente en sistemas de iluminación. También se emplea en la calefacción de las viviendas y en los electrodomésticos que aportan calor y que se pueden ver en muchos hogares. Finalmente, aparece en pequeños motores, aunque en estos casos su uso se complementa con la presencia de circuitos adicionales.
