 
                    Las grandes acumulaciones de sustancias contaminantes en el aire pueden ocasionar graves consecuencias para los seres vivos y su entorno, incluido el ser humano. Existen muchos problemas de salud en la población mundial relacionados directa o indirectamente con la presencia de polución en el aire. Conozcamos mejor el significado de este concepto y veamos cuáles son las principales causas de este fenómeno en el medio ambiente.
La polución del aire es la presencia de una o más sustancias contaminantes en el aire que generan efectos negativos para los seres humanos, para los animales y para las plantas, así como a su entorno.
También tiene su efecto nocivo en la calidad del aire, ya que cambia negativamente su composición.
Los principales causantes de la polución del aire son los óxidos de azufre, los óxidos de nitrógeno, los compuestos orgánicos volátiles y las pequeñas partículas de polvo.
Las principales fuentes que producen la polución del aire son las industrias, el tráfico, la agricultura y la generación de energía. En todos estos casos, ya sea durante sus procesos de combustión o durante otros procesos de producción, se emiten sustancias que, al reaccionar con otras sustancias en el aire, perjudican su calidad y forman contaminantes que pueden ser muy dañinos.
Cuando se producen grandes acumulaciones de estas sustancias contaminantes en el medio ambiente, pueden tener efectos muy negativos para la salud pública y para los ecosistemas.
La polución del aire se puede formar de distintas maneras y transformarse en sustancias muy peligrosas. El viento y las temperaturas son dos de los factores principales que influyen en el transporte y la expansión de estas sustancias nocivas que, además, con la caída de la lluvia, pueden acabar generando contaminación también en los suelos y en las aguas.
Fenómenos como la polución del aire presentan una serie de consecuencias negativas similares a las que generan los diferentes tipos de contaminación y que dificultan la vida en la tierra. Además, esas consecuencias recaen especialmente sobre la salud humana y ambiental. Estas son las más destacadas en ambos casos.
Las consecuencias generadas por la polución del aire han obligado a gobiernos e instituciones a aportar una serie de medidas que protejan el medioambiente y la salud de las personas que habitan en los diferentes ecosistemas.
Por otro lado, la acción humana también es fundamental para reducir la contaminación de elementos como el aire. Entre las medidas más destacadas que se pueden tomar de forma individual o comunitaria aparecen la mejora del aislamiento térmico de las viviendas o la reducción del consumo de agua.
Siguiendo esta línea también sobresale la apuesta por el consumo de proximidad, el evitar la utilización de productos químicos como los disolventes o las pinturas o el no quemar residuos y elementos que contaminen el aire.