Hablamos de la diferencia entre A+ y A++ en el etiquetado

13 Julio 2021 - Actualizado 22 Octubre 2025
Etiquetado energético de electrodomésticos

La diferencia entre A+ y A++ en el etiquetado energético de los electrodomésticos marca el nivel de consumo energético de cada aparato. Gracias a estas etiquetas podemos saber cuáles son más eficientes y cuáles permiten ahorrar más en la factura de la luz.

Cuando vamos a comprar un electrodoméstico, además de fijarnos en su diseño, tamaño o precio, solemos toparnos con un detalle que a veces pasa desapercibido: la etiqueta energética.

Allí, en una esquina del frigorífico, lavadora o lavavajillas, aparece un código con letras y símbolos que nos habla de su consumo de energía. Pero, ¿qué significan exactamente?

Diferencia etiquetado A+ y A++

¿Qué significa A+? ¿Y A++?

Cuando hablamos de etiquetado energético nos referimos al sistema creado para que cualquier consumidor pueda saber de un vistazo cuánto consumo eléctrico tendrá un electrodoméstico. Cuanto más alta es la categoría, más eficiente será el aparato.

En esta escala, los aparatos con etiqueta A+ ofrecen un ahorro importante frente a los de gamas más bajas, pero los A++ llevan esa eficiencia un paso más allá. Esto significa que dos aparatos similares pueden gastar cantidades de electricidad muy diferentes.

Aunque desde 2021 la Unión Europea eliminó las etiquetas con “+” y volvió al sistema original de letras, en muchos hogares todavía encontramos electrodomésticos con A+ o A++. Por eso, es fundamental saber qué representan y cómo influyen.

La evolución de las etiquetas energéticas

El sistema de clasificación comenzó en 1995. En un primer momento, se estableció un rango que iba desde la A, para los electrodomésticos más eficientes, hasta la G, para los que más energía necesitaban.

Con los avances tecnológicos, los fabricantes empezaron a lanzar modelos que superaban la categoría A, lo que obligó a ampliar la escala. Aparecieron entonces A+, A++ y A+++. Cada “+” equivalía a un salto en eficiencia, con menos consumo.


Evolucion de las etiquetas energeticas

Sin embargo, este crecimiento descontrolado generó confusión. No era raro que los consumidores se preguntaran si un A+ era realmente eficiente o si era mejor un B de última generación.

Para resolver esa duda, la normativa europea decidió reiniciar la escala en 2021: se eliminó el “+” y se redefinieron los criterios, de forma que ahora la A vuelve a ser la máxima eficiencia, pero con exigencias mucho más estrictas.

Aun así, millones de aparatos en circulación siguen mostrando las antiguas etiquetas. Conocer la diferencia entre A+ y A++ es, por tanto, esencial para valorar correctamente estos productos.

¿Qué diferencia de consumo hay entre A+ y A++?

La diferencia se mide a través del Índice de Eficiencia Energética (IEE), que relaciona la potencia de un electrodoméstico con la energía que consume en un periodo de uso.

Más adelante, se fue aplicando la  categoría A+, A++, e incluso  A+++  para referirse a los que eran superiores en eficiencia. Cada modelo intentaba  ser más eficiente  que el anterior, por lo que inevitablemente se quedó obsoleta la clasificación del etiquetado.

Aunque  a partir de marzo de 2021 el etiquetado oficial volvió a cambiar para pasar de A+, A++ y A+++ al anterior, aun los electrodomésticos siguen teniendo el  etiquetado con la subcategoría +. 

¿Qué diferencia de consumo hay entre A+ y A++?

Para responder esta pregunta, tenemos que dirigirnos al Índice de Eficiencia Energética (IEE), se trata de un indicador que determina el  consumo energético de un producto. 

En la práctica, un aparato con clasificación A+ gasta entre un 30% y un 42% menos que un modelo de la categoría G. Los A++, en cambio, reducen ese porcentaje hasta rondar el 30% de consumo respecto a un aparato ineficiente.

Eso significa que la brecha entre A+ y A++ no es menor: puede alcanzar un 20% de diferencia en la factura eléctrica anual.

Por ejemplo, si un frigorífico A+ gasta 270 kWh al año, uno A++ de las mismas características puede quedarse en unos 180 kWh. Ese ahorro acumulado, sumado a la vida útil del electrodoméstico, se traduce en decenas de euros al año y cientos a lo largo de una década.

La diferencia entre A+ y A++ en los electrodomésticos

La teoría es clara, pero para entenderla mejor conviene poner ejemplos concretoLa diferencia entre A+ y A++ en los electrodomesticos

¿Gastan más los electrodomésticos A+ o los A++?

Cuando el aire acondicionado funciona en modo refrigeración, la diferencia es clara. Un aparato A+ alcanza un valor SEER (eficiencia estacional en frío) de unos 6,1, mientras que un A++ llega a 8,5.

La brecha se traduce en menor consumo eléctrico durante los meses de verano. En calefacción, la diferencia es menor, pero sigue existiendo: un A+ ronda un SCOP de 4,6 y un A++ alcanza 5,1.

El lavavajillas, con un uso promedio de 300 ciclos al año, un modelo A+ puede necesitar unos 800 kWh, frente a los 700 kWh de un A++. Aunque pueda parecer poca diferencia, ese ahorro repetido año tras año se nota.

En el caso de los frigoríficos, tienen una brecha todavía más importante, pues son aparatos que trabajan 24 horas.

Un frigorífico A+ puede rondar los 270 kWh anuales, mientras que un A++ baja hasta unos 180 kWh. La diferencia de 90 kWh al año equivale al consumo de varios pequeños electrodomésticos juntos.

¿Gastan más los electrodomésticos A+ o los A++?

En todos los casos, elegir un electrodoméstico A++ garantiza un menor gasto de energía sin sacrificar rendimiento.

¿Qué es mejor, A+ o A++?

Si la pregunta es directa, la respuesta también: A++ es mejor que A+.

La diferencia no solo es evidente en la factura, sino también en la vida útil del aparato. Un electrodoméstico más eficiente trabaja de manera más equilibrada, sin exigir tanta potencia para lograr los mismos resultados.

Eso significa menos desgaste en sus componentes internos y, por lo tanto, más años de funcionamiento óptimo.


Además, un aparato con clasificación A++ aumenta el valor de reventa o de segunda mano, ya que los consumidores son cada vez más conscientes de la importancia del ahorro energético.

Impacto medioambiental de los electrodomésticos a A+ frente a los A++

No podemos olvidar el impacto que tiene el consumo energético en el medio ambiente. Cada kWh ahorrado significa menos emisiones de gases contaminantes y menor dependencia de combustibles fósiles.

La diferencia entre un electrodoméstico A+ y otro A++ puede parecer pequeña de forma individual, pero cuando se multiplica por millones de hogares, el impacto es enorme.

Imagina el ahorro global de sustituir todos los frigoríficos A+ por modelos A++ en un país: las emisiones de CO₂ se reducirían de manera significativa. Por eso la Unión Europea insiste en promover el uso de aparatos más eficientes y en actualizar el etiquetado.

Aunque el sistema actual ya no incluye las categorías con “+”, entenderlas nos ayuda a valorar mejor los electrodomésticos que todavía están presentes en muchos hogares.
Imapcto medioambiental de los electrodomésticos

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