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“¿Me he dejado el gas abierto?” Seguro que muchas veces te lo has preguntado. Y es que, más allá de ahorrar, es muy importante que aprendas a cerrar la llave del gas de tu casa para prevenir fugas. Por eso mismo aquí te presentamos una guía completa sobre cómo hacerlo.
Como bien sabrás (o deberías saber), la llave de paso sirve para abrir o cerrar el suministro de gas a través de la tubería.
Por lo tanto, si no estás utilizando la calefacción o el agua caliente, conviene que cierres la llave. Te explicamos cómo asegurarte bien de ello a través de esta guía completa.
Ya estés dentro o fuera de tu vivienda, jamás deberías dejar abierta la válvula de paso del gas si no es estrictamente necesario. Como te decíamos antes, esto hará que reduzcas el consumo de electricidad, además de evitar fugas y otros problemas de seguridad.
A continuación, te contamos cómo saber si la llave está abierta o cerrada y qué pasos tienes que seguir para cerrarla:
Este es el primer paso. La llave de paso o válvula principal se encuentra junto a la caldera o contador de gas. Por lo general, esta suele estar ubicada en la parte visible o de entrada de la tubería, en la cocina o en la terraza. Así que es muy sencillo localizarla.
En ocasiones, es normal que no sepas si dejaste la llave de paso del gas abierta o cerrada. Así que puedes comprobarlo con un sencillo truco. Lo único que tienes que hacer es acercarte a la caldera y tocarla para ver si está caliente.
No obstante, puede que la hayas encendido hace poco y todavía no se haya calentado. En este caso, las calderas de gas desprenden una llama de color azul cuando están encendidas. Por eso, te aconsejamos fijarte muy bien en esto.
Por otro lado, muchas calderas ya son eléctricas. Aquí es mucho más fácil saber si la llave de paso está abierta o cerrada. Solo tienes que mirar la pantalla, que es digital. Si la caldera está encendida, verás cuál es su temperatura. O bien puedes echar un vistazo al termostato de tu caldera de gas.
La llave de paso del gas siempre se cierra en sentido contrario a las agujas del reloj, es decir, hacia la izquierda. Si lo necesitas, te aconsejamos ayudarte de una llave inglesa. Ante todo, es muy importante no forzar la válvula principal para evitar que pueda dañarse.
En cualquier caso, el aparato debería indicarte si has dejado el gas encendido o apagado. Si tienes alguna duda o inconveniente, lo mejor es que contactes directamente con el servicio técnico de tu compañía de gas.
También es muy importante que empieces cerrando la llave de paso de cada aparato que tengas en casa que funcione con gas natural: radiadores y estufas, vitrocerámica, horno, calentador de agua, chimenea, etc.
Por último, solo tendrás que apagar el gas utilizando la llave general. Para abrir la llave, haz justo lo contrario: primero abre la válvula principal y después activa los aparatos de forma individual.
Cerrar la llave de paso del gas no es peligroso, siempre que se realice correctamente. De hecho, puede ser una medida de seguridad útil ante una sospecha de fuga, trabajos de mantenimiento o periodos en los que la vivienda quede vacía.
El único riesgo aparece cuando se cierra la llave sin revisar después la instalación o cuando se intenta manipular de nuevo la apertura sin conocer el estado real de los aparatos.
Por ello, siempre es recomendable actuar con calma, ventilar el espacio y, en caso de duda, contactar con un técnico autorizado.
Cuándo cerrar la llave de paso del gas: consejos de seguridad y para ahorrar energía
Ahora que ya sabes cómo cerrar la llave de paso del gas en casa, te contamos cuándo deberías hacerlopor seguridad:
Dejar abierta la llave de paso cuando no la estés utilizando puede ser muy peligroso. Recuerda que pueden producirse fugas, dando lugar a explosiones e incendios en tu vivienda. Además, estarás derrochando una gran cantidad de energía.
En este caso, lo mejor es cerrar la llave de cada dispositivo de gas natural. Si no vas a utilizarlos durante un periodo muy corto de tiempo, no es necesario que apagues la llave general.
Por el contrario, si dejas la casa sola por varios días e incluso semanas, sí deberías cerrar la llave general de paso. Se trata de una medida de seguridad muy efectiva. En caso de que haya un escape de gas, evitarás que se produzcan accidentes domésticos.
En cuanto a las fugas de gas, te recordamos que ante cualquier señal de alerta (por ejemplo, alguna sustancia extraña en la tubería o mal olor) es muy importante que cierres la llave de paso inmediatamente.
Si han cortado el suministro de gas natural en tu vivienda, revisa si el interruptor de la caldera está encendido o apagado. Si está activado, apágalo. Cuando vuelva a estar activo el servicio, lo único que tienes que hacer es reiniciar la caldera de forma segura.
Para ello, lo mejor es consultar el manual o contactar con el servicio técnico. ¡Y listo!
La mejor posición depende del uso real de la vivienda. Si estás utilizando habitualmente la cocina, calefacción o agua caliente, lo normal es mantener la llave abierta y asegurarte de que la instalación está al día y en buen estado.
En cambio, si te ausentas varios días, si no empleas ningún aparato de gas durante una temporada o si buscas minimizar riesgos, es preferible dejarla cerrada. Esta medida previene fugas accidentales y evita que los aparatos trabajen por error o con baja presión.
Una vez cerrada la llave, es aconsejable realizar unas comprobaciones básicas. Asegúrate de que todos los aparatos quedan apagados, ventila ligeramente las estancias y confirma que no percibes ningún olor extraño.
Si la llave se cerró por una posible fuga o por un aviso de anomalía, evita volver a manipular la instalación y solicita una revisión profesional antes de reabrir el suministro. Estas acciones te ayudarán a retomar el servicio con tranquilidad y seguridad.
Antes de abrir de nuevo la llave, es importante comprobar que la instalación está en condiciones y que no hay riesgos activos. Sigue estos pasos básicos para hacerlo con total seguridad:
Confirma que todos los aparatos de gas están apagados y no intentan encenderse automáticamente. En calderas o cocinas modernas, asegúrate de que no haya mensajes de error ni señales de demanda de gas.
Tras abrir la llave, presta atención unos segundos para detectar cualquier olor anómalo. Si percibes el característico olor a gas, cierra inmediatamente la válvula, ventila y evita encender aparatos eléctricos o llamas.
Mantén abiertas las rejillas, ventanas o salidas de ventilación durante unos minutos. Una buena renovación del aire garantiza que cualquier pequeño residuo de gas se disperse y permite poner la instalación en marcha sin riesgos.
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