El término ecotasa tiene una definición que es, impuesto de naturaleza ecológica que recae sobre todos aquellos agentes que perjudican al medio ambiente durante un periodo de tiempo más o menos determinado. Algunos de estos agentes pueden ser las administraciones que incumplen medidas en materia de reciclaje, o bien los turistas que hacen un uso excesivo de los recursos naturales durante sus visitas.
Las diferentes modalidades de ecotasa se establecen siguiendo tres parámetros.
Las ecotasas se aplican en determinadas ciudades y se cargan al efectuar una reserva en un alojamiento turístico o al inicio de la estancia. Su cuantía depende de factores como el alojamiento turístico o la localidad en la que se encuentre.
También es importante tener en cuenta que los menores de 16 años quedan exentos del pago de este impuesto. Además, las estancias que están subvencionadas por administraciones públicas también están libres de su abono.
Por otro lado, hay lugares en los que se aplica una rebaja de la ecotasa cuando se hace una contratación en temporada baja. También se puede acceder a un descuento cuando se contrata una estancia superior a los 12 días.
La ecotasa se aplica con el objetivo de proteger al medioambiente de las actividades que puedan ser perjudiciales. Las cantidades que se recaudan a través de este impuesto quedan destinadas a la financiación de proyectos de sostenibilidad y conservación.
Otro aspecto que no pasa desapercibido es que no abonar la ecotasa tiene consecuencias sancionadoras con multas formadas por una cuantía muy alta. A día de hoy ya se ha establecido el delito ecológico y el no abonar la ecotasa está considerado como una falta muy grave.
Las ecotasas se aplican en diferentes partes del mundo. En lo que respecta a España, se tiene que abonar en Cataluña y Baleares. En Europa este impuesto está presente en países como Italia, en las ciudades de Roma, Milán o Venecia. En el caso de Alemania se aplica en Berlín y lo mismo ocurre con Ámsterdam en Holanda, Viena en Austria, Praga en República Checa y Lisboa y Oporto en Portugal. Malta, Bélgica y Grecia también cargan la ecotasa.
En cuanto a los países que se encuentran fuera del territorio europeo y que aplican este impuesto, aparecen Tailandia, Estados Unidos, Japón, Marruecos, Malasia, Filipinas y Tanzania. Además, hay estados como Alemania que cargan la ecotasa en los vuelos o al ingresar o al salir de un aeropuerto.
El impuesto de la ecotasa no tiene una cifra fija. Su coste varía en función del lugar en el que esté establecido. En el caso de España ya hay comunidades autónomas que aplican este tributo, entre ellas se encuentran Cataluña y las Islas Baleares.
En ambos casos la ecotasa la tienen que abonar los turistas en el establecimiento en el que se hospeden y su coste oscila entre los 0,50€ y los 2€ por cada día de estancia.
En caso de que el establecimiento hostelero no aplique este impuesto, corre el riesgo de someterse a fuertes sanciones o a ser cerrado.
