 
                    La instalación interior eléctrica es el nombre que recibe el conjunto de los circuitos eléctricos independientes que tienen su origen en el Cuadro General de Mando y Protección. Estos mismos circuitos son los que alimentan a los diferentes receptores que se encuentran aislados, entre ellos destacan las tomas de corriente y los puntos de luz.
La instalación interior eléctrica está formada por tres conductores. Uno de fase, otro neutro y un tercero de protección. Este hecho genera que la instalación eléctrica tenga algunas características que son diferentes a las de las instalaciones eléctricas exteriores. Además, la presencia de una instalación interior eléctrica es fundamental porque todos sus circuitos parten de un cuadro general de distribución y alimentan a los puntos de consumo que se encuentran en el interior del edificio o de la vivienda.
Otro aspecto que no pasa desapercibido, es que existen tres tipos de instalaciones interiores eléctricas. El primero de ellos es la instalación empotrada. En este caso la instalación se realiza empleando un tubo de PVC y materiales como el yeso que hacen que todos los componentes queden ubicados en un punto concreto y de forma definitiva.
La siguiente modalidad es la instalación sobre falso techo. Se colocan igual que las empotradas con la diferencia de que van grapadas al techo de obra.
Finalmente, se encuentra la instalación bajo suelo flotante, que es la que suele estar presente en los grandes edificios de oficinas que tienen suelos muy altos. Este hecho es muy importante porque es lo que provoca que se puedan instalar los diferentes conductores. Aun así, su instalación es bastante más complicada que la de las dos anteriores.
Un aspecto que muestra la importancia de la instalación interior eléctrica es que está presente en el artículo 15 del Real Decreto 842/2002. Esta normativa es la que establece el Reglamento electrónico de baja tensión.
En una instalación interior eléctrica se utilizan cables de distintos tipos, cada uno con una función específica para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del sistema. Los más comunes son:
Además, los conductores están aislados y protegidos por cubiertas de PVC o materiales termoplásticos para resistir la temperatura y la humedad. En viviendas se utilizan principalmente cables de cobre por su alta conductividad y flexibilidad.
Según el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), los cables deben cumplir con la normativa UNE y tener una sección mínima dependiendo del tipo de circuito (por ejemplo, 1,5 mm² para iluminación y 2,5 mm² para enchufes). Esto garantiza que soporten la intensidad necesaria sin sobrecalentarse ni deteriorarse
Realizar una instalación eléctrica interior, ya sea una nueva o la reforma de una instalación eléctrica existente, requiere planificación y cumplimiento estricto de las normas de seguridad. Estos son los pasos básicos:
Es importante recordar que solo los instaladores eléctricos autorizados pueden realizar o modificar una instalación eléctrica interior, garantizando así la seguridad y el cumplimiento del REBT.
En viviendas nuevas o reformas, apostar por una instalación eficiente y bien dimensionada no solo mejora la seguridad, sino que también favorece el ahorro energético. ¡Un consumo más responsable empieza por una instalación bien hecha!