El conocimiento de los distintos tipos de bomba de calor, su funcionamiento y más aspectos relacionados resulta esencial para quienes buscan una climatización eficiente y un sistema versátil en el hogar. En la guía de hoy veremos cómo funcionan estos aparatos y cómo elegir bien la tuya.
Una bomba de calor se puede adaptar a diferentes necesidades, gracias a los tipos disponibles y a su principio de funcionamiento. Además, este enfoque permite valorar ventajas energéticas, económicas y de confort que van más allá de una simple calefacción convencional.
Las bombas de calor adoptan diferentes tecnologías según el medio de intercambio térmico. Esa variedad de tipos permite ajustar el sistema al clima, al espacio disponible y al presupuesto.
Este sistema extrae calor del aire exterior y lo transfiere al aire interior mediante un circuito frigorífico. Resulta muy habitual en viviendas y locales residenciales por su facilidad de instalación.
Su rendimiento puede verse afectado en climas muy fríos, aunque modelos modernos mejoran considerablemente su eficiencia.
En este caso la bomba capta calor del aire exterior y lo transfiere mediante agua caliente a radiadores, suelo radiante o fancoils dentro del edificio. Es ideal para quienes buscan compatibilidad con sistemas de calefacción ya existentes.
Aporta un confort uniforme y puede servir tanto para calefacción como para agua caliente sanitaria.
Este tipo aprovecha la temperatura relativamente estable del subsuelo mediante sondas enterradas o horizontales. La bomba extrae calor del suelo en invierno y lo devuelve en verano, ofreciendo un rendimiento elevado durante todo el año.
Su instalación requiere inversión inicial más alta, pero la eficiencia y ahorro energético suelen compensar ese coste a medio y largo plazo.
Cuando es viable acceder a una fuente de agua constante, este sistema extrae calor de agua subterránea, un lago o un río, y lo transfiere al circuito interior.
Resulta muy eficiente por la estabilidad térmica del agua, aunque depende de permisos, caudal y calidad del agua del entorno.
Una bomba de calor opera moviendo calor desde una fuente fría hacia un ambiente más cálido, mediante un ciclo termodinámico basado en un fluido refrigerante.
En su fase de evaporación absorbe energía de la fuente exterior (aire, suelo, agua), y en la fase de condensación libera ese calor dentro del edificio.
Gracias a esta transferencia, el consumo eléctrico solo impulsa el ciclo, mientras que la mayor parte del calor proviene del entorno, lo que valoriza su eficiencia. Este funcionamiento permite tanto calefacción en invierno como refrigeración en verano, cuando el ciclo se invierte.
Este comportamiento la distingue de sistemas puramente eléctricos o de combustión, ya que convierte una cantidad moderada de energía eléctrica en una mayor cantidad de energía térmica útil.
Las bombas de calor ofrecen múltiples beneficios, pero también requieren valorar detalles esenciales.
Para asegurar que una bomba de calor cumpla su cometido de forma eficiente y duradera, conviene aplicar buenas prácticas desde la instalación hasta el uso cotidiano.
La elección del tipo de bomba de calor adecuada y su correcto funcionamiento ofrecen una solución completa y eficiente para calefacción, refrigeración y confort en el hogar o en espacios profesionales.
Al considerar los tipos disponibles —aire-aire, aire-agua, geotérmica y agua-agua—, y aplicar buenas prácticas de instalación y mantenimiento, se obtiene un sistema sostenible, versátil y rentable.
Evaluar factores como clima, espacio, necesidades de confort y presupuesto resulta clave para aprovechar al máximo todas las ventajas que una bomba de calor puede ofrecer.
En Yoigo Luz y Gas, queremos darte toda la información sobre las bombas de calor. Así que si quieres dar el paso, conocer qué opciones tienes y cómo adaptarlas a tu casa, visita nuestra web o llámanos al 900 622 500.