La calidad del ambiente en interiores ya no es un extra: es una necesidad para viviendas sanas y eficientes. Respirar bien y aumentar el ahorro energético son objetivos complementarios que marcan los certificados nacionales y europeos.
Invertir en calidad del aire interior reduce problemas de salud y optimiza el consumo de calefacción y refrigeración. Menos infiltraciones, mejor ventilación y recuperación de calor significan facturas más bajas y hogares más confortables.
La nueva guía EPBD 2025 coloca el IEQ (Indoor Environmental Quality) en el centro del diseño y la rehabilitación, obligando a monitorear temperatura, humedad, ventilación y contaminantes. Diseñar pensando en cómo respira la casa ya es política europea.
Este post te guía: qué es la calidad ambiente interior, cómo se mide, qué exige la UE y la Directiva (UE) 2024/1275, y cómo lograr certificaciones útiles para ahorrar energía y mejorar salud.
La calidad ambiente interior abarca temperatura, humedad, ventilación, ruido, luz y, clave, la calidad del aire (CO₂, COV, partículas). Mantener estos parámetros optimizados es esencial para salud y eficiencia.
En viviendas, controlar CO₂, humedad y COV reduce alergias y problemas respiratorios y evita condensaciones y mohos que dañan envolventes y rendimiento térmico. Vivir sano implica mantener niveles medibles.

La normativa técnica en España ya fija caudales de ventilación y requisitos de instalación para evitar problemas de salud y asegurar renovación de aire controlada. Ventilación correcta = ahorro energético si se diseña bien.
Cómo se mide la calidad ambiente interior
Medir la calidad ambiente interior combina inspección, sensores y ensayos: CO₂ (ppm), humedad (%), partículas (PM2.5), COV y caudales de aire. Medir es poder mejorar con datos reales.
Históricamente, el CTE DB HS3 y el RITE establecieron caudales mínimos y criterios de ventilación para edificios en España, definieron filtros y exigieron ventilación efectiva. Estos siguen siendo referencia técnica.
Además existen certificaciones voluntarias como LEED que evalúan la calidad ambiental interior (IEQ) con pre-requisitos y créditos sobre ventilación, materiales de baja emisión y monitorización. LEED aporta marco de buenas prácticas.
Para ahorrar energía sin sacrificar aire limpio, se usan sistemas de ventilación mecánica con recuperación de calor, filtros adecuados y monitorización para ajustar caudales según ocupación. Control automático = menos pérdidas energéticas.
La Guía EPBD 2025 integra IEQ en los requisitos obligatorios de proyecto y rehabilitación, exigiendo parámetros medibles y registro de datos. La UE ya no mide solo kWh/m²: mide cómo respira el edificio.
La Comisión pide incluir la calidad ambiental interior en certificados y en proyectos, con umbrales de confort térmico, humedad y niveles máximos de contaminantes. Obligatorio y verificable, no opcional.
Los Estados miembros deben incorporar mediciones y criterios operativos en sus códigos nacionales para asegurar que las viviendas mantengan IEQ durante su uso. Norma técnica + operación es el requisito.
La revisión exige que el certificado energético incluya parámetros de calidad ambiente interior y recomendaciones de mejora, y que la información sea accesible en bases de datos nacionales. Certificado integrado: energía + IEQ.
España debe adaptar el CTE y el RITE para integrar monitorización y registrar IEQ en los certificados energéticos existentes. Coexistencia normativa: actualizar requisitos y procedimientos.
La Directiva 2024/1275 refuerza estándares mínimos de salud y confort para edificios, vinculando eficiencia energética con calidad del ambiente interior en viviendas y edificios. Ambiente sano = eficiencia real.
Se exige instalar sensores de CO₂, humedad y temperatura en nuevas obras o rehabilitaciones profundas, con controles automáticos que optimicen ventilación y consumo. Monitorizar permite ventilar sólo cuando es necesario.

La directiva fortalece las inspecciones de ventilación y climatización para comprobar rendimiento y calidad ambiente interior, con mantenimiento regular y limpieza de equipos. La operación da validez a la certificación.
Los Estados miembros deberán adaptar sus marcos antes de 29 de mayo de 2026 y preparar bases de datos nacionales.
En España la implementación implicará adaptar certificados, exigir ventilación controlada y promover sistemas con recuperación térmica, sensores y planes de mantenimiento. Rehabilitar bien será clave para cumplir y ahorrar.
Para certificar, comienza con una auditoría técnica: mediciones in situ, comprobación de caudales, sellado y evaluación de materiales emisores. Diagnóstico claro = plan de mejora eficaz.
Cuidar la calidad ambiente interior es invertir en salud, confort y ahorro: ventilar bien, medir y mejorar la envolvente son pasos que reducen consumo y elevan el valor de la vivienda. Actuar ahora compensa financieramente y mejora vidas.
En Yoigo LUZ y GAS creemos que la eficiencia energética, aplicada a todos los aspectos de nuestra vida, es una responsabilidad compartida. Consulta nuestras tarifas llamando al 900 733 888 o entrando a nuestra página web y te atenderemos encantados.