Contenido
Cuando llega el invierno y el frío se instala en casa, no hay nada como sentir el calor de los radiadores funcionando a pleno rendimiento. Pero para evitar problemas, conviene saber cómo vaciar el circuito de la calefacción paso a paso y mantenerlo siempre en perfecto estado.
El circuito de calefacción distribuye el agua caliente que genera la caldera por toda la vivienda. Si no se limpia con frecuencia, puede acumular aire, sedimentos o cal. Vaciar el circuito de vez en cuando mejora la eficiencia del sistema y alarga su vida útil, evitando averías o sobrecalentamientos.
Limpiar el circuito de calefacción no es opcional, es una forma de garantizar que la instalación funcione con el menor consumo posible. Con el paso del tiempo, el agua arrastra impurezas y cal, lo que provoca pérdida de presión, ruidos y menor rendimiento térmico en los radiadores.

Además, cuando hay aire atrapado en el sistema, el calor deja de repartirse de forma uniforme. Algunas habitaciones se calientan más que otras y la caldera trabaja el doble.
Vaciar el circuito elimina esos problemas y mantiene el flujo del agua estable y sin obstrucciones. También es recomendable hacerlo si has tenido que cambiar una válvula, reparar una fuga o sustituir algún radiador.
Aprovechar esos momentos para vaciar y limpiar el circuito ayuda a mantener la instalación equilibrada, sin restos que afecten a su funcionamiento o provoquen oxidación interna.
Vaciar el circuito no es complicado, pero requiere seguir los pasos adecuados para evitar fugas o golpes de presión. Es importante hacerlo con la caldera apagada, el sistema frío y, si es posible, con ayuda de un recipiente para recoger el agua.

Antes de empezar, desconecta la caldera completamente y espera a que el agua en su interior se enfríe. Esto evitará quemaduras o salidas bruscas de vapor. Localiza la llave de vaciado, normalmente en la parte inferior de la instalación o junto al retorno de calefacción.
Para que no entre más agua durante el proceso, cierra las válvulas de alimentación del circuito. Así aseguras que la presión se mantenga controlada y puedes vaciar la instalación con seguridad. Si la caldera tiene un manómetro, comprueba que la presión baje antes de continuar.
Coloca un cubo o recipiente bajo la llave de vaciado y ábrela poco a poco. El agua comenzará a salir, arrastrando los residuos acumulados. Conviene hacerlo de forma gradual para controlar el flujo y evitar salpicaduras. Espera hasta que el caudal disminuya por completo.

Si tu instalación no cuenta con una llave específica, puedes vaciar el circuito desde los radiadores. Empieza por el más cercano a la caldera, abre la válvula de purga y deja que el agua fluya. Continúa con los demás radiadores hasta que no salga más líquido.
Cuando el agua haya dejado de salir, cierra las llaves de vaciado y purga. Comprueba que no haya fugas, revisa juntas y conexiones, y asegúrate de que la presión de la caldera está al mínimo. Si es necesario, rellena el circuito con agua limpia y ajusta la presión recomendada.
No hay una regla fija, pero la frecuencia del vaciado depende del tipo de agua y del uso del sistema. Si vives en una zona con poca cal, bastará con hacerlo cada tres o cuatro años. En cambio, si el agua es dura, lo ideal es hacerlo una vez al año.

El mejor momento para vaciar el circuito suele ser antes del invierno, cuando empieza la temporada de calefacción. Así aseguras que los radiadores estén limpios y listos para rendir al máximo. También puedes hacerlo después de reparaciones o si notas ruidos o irregularidades térmicas.
Si la presión de la caldera baja sin motivo o si algunos radiadores no calientan como deberían, puede ser una señal de que el circuito necesita limpieza. No esperes a que el problema empeore: un mantenimiento preventivo siempre sale más barato que una reparación completa.
Para mantener tu sistema de calefacción en perfecto estado, ten en cuenta estos consejos:
Realizar un buen vaciado del circuito de calefacción no solo mejora la eficiencia, sino que también prolonga la vida útil de tu sistema y evita sustos cuando llega el frío. Con un poco de mantenimiento preventivo, podrás disfrutar de un invierno cálido, eficiente y sin sobresaltos.
Como siempre, en Yoigo LUZ y GAS te damos los mejores consejos para ahorrar energía en casa. Infórmate en nuestra web o llámanos al 900 733 920 y te ayudaremos en todo lo que necesites.