Evita la condensación en invierno con estos trucos

18 Noviembre 2025 13:00
Evita la condensación en invierno con estos trucos

La condensación aparece cuando el aire caliente y húmedo del interior choca con una superficie fría, como los cristales o las paredes. El vapor de agua se convierte en gotas y... voilà, humedad. Es muy común en invierno, así que evita la humedad con nuestros trucos.

Es física pura, pero tiene consecuencias muy terrenales; moho, malos olores, pintura desconchada y una sensación constante de frío que ni la manta más gorda puede quitar.

Evita la condensación en invierno con estos trucos

Cuanto más caliente está el aire, más vapor de agua puede contener. Si en casa hay duchas largas, cocinas sin extractor o poca ventilación, la humedad se dispara y las ventanas se convierten en víctimas directas.

Evita la condensación en invierno con estos trucos

En invierno, con el contraste entre calefacción interior y temperaturas exteriores bajas, la condensación encuentra su momento estelar. Seguro que sabes de lo que hablo.

Evita la condensación en invierno con estos trucos

Evitarla no requiere magia, sino constancia. Pequeños gestos diarios pueden marcar la diferencia y mantener el confort térmico sin que la humedad se apodere de tu hogar.

Ventila cada día, aunque haga frío

Sí, cuesta abrir la ventana cuando fuera hace 3 grados, pero es imprescindible.
Basta con abrir durante 5-10 minutos al día, preferiblemente por la mañana, para renovar el aire cargado de vapor y equilibrar la humedad.

Evita la condensación en invierno con estos trucos

La ventilación cruzada (abrir ventanas opuestas) ayuda a que el aire se renueve rápido y sin perder tanto calor.

No tapes las fuentes de calor

Radiadores cubiertos por ropa, cortinas o muebles reducen la circulación del aire caliente y hacen que el calor se concentre en zonas puntuales. Eso genera diferencias de temperatura que favorecen la condensación.

Deja siempre espacio libre para que el aire fluya y el calor se reparta de forma homogénea.

Controla la humedad ambiental

El nivel ideal está entre el 40 % y el 60 %. Por debajo, el aire se seca y afecta a la salud; por encima, la condensación es casi segura. Puedes usar un higrómetro (cuestan menos de 10 €) para medir la humedad y, si es alta, optar por un deshumidificador.

Los modelos eléctricos modernos consumen poco y pueden reducir drásticamente la aparición de gotas en los cristales.

Usa la campana y tapa ollas al cocinar

Cada vez que hervimos agua o cocinamos sin extractor, lanzamos litros de vapor al aire. Activa siempre la campana extractora (aunque no estés friendo nada) y tapa las ollas mientras cocinas. Es un gesto mínimo que evita que el vapor se disperse por toda la casa.

Evita secar la ropa dentro de casa

Lo hacemos todos, pero es uno de los mayores errores. Tender la ropa en interiores puede liberar hasta 2 litros de agua en el ambiente por carga, lo que dispara la humedad y genera condensación.

Evita la condensación en invierno con estos trucos

Si no tienes otra opción, usa una habitación bien ventilada o un deshumidificador cerca.

Mejora el aislamiento de tus ventanas

Las ventanas son el punto más sensible. Si no tienen rotura de puente térmico o doble acristalamiento, el contraste entre frío y calor se acentúa. Un buen aislamiento evita condensación y también reduce el gasto energético.

Si cambiar las ventanas no es una opción inmediata, puedes colocar burletes de goma o láminas aislantes térmicas que reducen la pérdida de calor y el choque térmico.

Soluciones naturales (y low cost) para absorber humedad

Hay pequeños trucos caseros que pueden ayudarte a recuperar el control del ambiente. No hacen milagros, pero te pueden salvar de algún apuro. Por ejemplo, la sal gorda o el arroz, colocados en recipientes cerca de las ventanas, absorben la humedad del aire.

@todos_somos_reciclaje

😉 No sé si lo sabes, pero la sal es un remedio casero contra las humedades gracias a sus propiedades absorbentes del agua en el ambiente . Obviamente tiene un límite y no es la panacea, pero funciona bastante bien para quitar la humedad del frigorífico, cajones, armarios e incluso pequeñas habitaciones ¿Qué te parece? . Consejo: cada cierto tiempo, seca la sal en el microondas o en el horno, y cuando ya veas que se pone negruzca, es momento de cambiarla . 👉 ¿Qué tal te funciona a ti? Comenta . __ %23sal %23remedioscaseros %23humedad %23residuocero %23reutilizable %23todossomosreciclaje %23frigorifico %23remediosnaturales

♬ sonido original - Javier Clemente

En los rincones más cerrados, como armarios o cajones, las bolsitas de carbón activo o sílice hacen el trabajo de mantener a raya ese aire pesado que a veces se cuela.

Y si lo tuyo son las plantas, hay algunas que además de decorar, trabajan como deshumidificadoras naturales: el helecho, la hiedra o la palma de bambú purifican el aire, y equilibran el ambiente con elegancia verde.

Cuida la calefacción (y tu factura)

Mantener la casa demasiado caliente también fomenta la condensación.
El aire seco y caliente retiene más vapor, y cuando choca con una superficie fría, lo libera. La clave está en mantener una temperatura estable entre 19 y 21 °C.

Evita la condensación en invierno con estos trucos

Además de reducir la humedad, tu consumo energético bajará notablemente. Si tienes calefacción central, puedes usar válvulas termostáticas o programadores para mantener el equilibrio perfecto entre confort y eficiencia.

Y si usas calefactores eléctricos, evita ponerlos justo frente a ventanas o muros fríos. Lo interesante es que reducir la condensación no solo mejora el confort, también optimiza el consumo energético.

Una casa seca se calienta antes y conserva mejor el calor, lo que se traduce en menos uso de calefacción. Así que mantener tu hogar libre de condensación no es solo una cuestión estética o de salud, sino también de eficiencia energética.

Señales de alerta: cuándo actuar rápido

La condensación leve es normal, pero si notas que:

  • Los marcos de las ventanas empiezan a ennegrecerse.
  • Aparece moho o manchas oscuras en las esquinas.
  • La pintura se desprende o la pared huele a humedad.
Evita la condensación en invierno con estos trucos

Entonces toca actuar ya. La humedad persistente puede afectar la salud respiratoria, dañar muebles y empeorar el aislamiento de la vivienda.

En esos casos, además de seguir los trucos anteriores, conviene revisar aislamientos, juntas de ventanas y, si es necesario, consultar con un profesional para detectar filtraciones o fugas ocultas.

El invierno no tiene por qué venir acompañado de cristales empañados ni paredes húmedas. Con unos cuantos hábitos diarios, un poco de ventilación y algo de control sobre la humedad, tu casa puede mantenerse cálida y seca sin gastar de más.

En Yoigo LUZ y GAS, creemos que el confort también pasa por cuidar la energía que usas y cómo la usas.

Por eso, si quieres aprender más sobre cómo mantener tu hogar eficiente todo el año, pásate por nuestra web o llámanos al 900 622 700. Porque una casa bien cuidada no solo se siente mejor, también respira mejor.

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